El libro de Álvaro Sánchez-León sobre Benedicto XVI: “Ganswein ha sido un puente entre el único Papa y el papa emérito en unos momentos muy especiales”

El periodista presenta "Emérito, Rebobinando a Ratzinger" en el que analiza “las raíces y los frutos en torno a un pontificado polémico para la opinión pública”

Libro Ratzinger de ´Álvaro Sánchez-León.
Libro Ratzinger de ´Álvaro Sánchez-León.

Álvaro Sánchez León (Sevilla, 1979) periodista freelance y colaborador de Confidencial Digital además de otros medios de comunicación de España presenta su nuevo libro "Emérito, Rebobinando a Ratzinger" (Palabra) que saldrá a la venta mañana 13 enero. 

 El periodista lo describe así: "¿Quién ha sido -¡es!- de verdad Joseph Ratzinger? Un hombre con ojos claros y mirada profunda. Un inteligente bávaro. Un reputado profesor y catedrático. Un sacerdote que arde. El teólogo del siglo XX. El custodio de la Fe con san Juan Pablo II. Una fumata gris a los 78 años. Un papa “humilde trabajador de la viña del Señor”. Un blanco perfecto con leyenda negra: “pastor alemán”, “gran inquisidor”, “rottweiler de Dios”… Un modelo de mala prensa. La renuncia más moderna en un pontificado hacia adelante. La puerta abierta a Francisco. El emérito. Una luz suave e intensa para el mundo que a partir del 31 de diciembre de 2022 se ha hecho más eterna". 

Álvaro Sánchez-León.
Álvaro Sánchez-León.

Retrato humano de Benedicto XVI

Emérito. Rebobinando a Ratzinger es un retrato humano de Benedicto XVI realizado con la técnica del collage periodístico. Sobre el lienzo blanco de una vida entera, su autor emplea trazos de entrevistas, crónicas, análisis, citas de biografías, textos del propio Joseph Ratzinger, recortes de prensa, relatos de ficción y fotografías para dibujar, a pinceladas impresionistas, el rostro del papa de la verdad en los arranques de la posverdad.

Con más de 40 testimonios cercanos de colaboradores, amigos, biógrafos de Ratzinger y vaticanistas, Sánchez León rebobina “las raíces, la hojarasca y los frutos que giran en torno a un pontificado polémico para la opinión pública desde la fumata blanca”, analizando los logros y los problemas del 265 sucesor de san Pedro al frente de la Iglesia Católica, explicando su manera de ser y de actuar “que no entendieron muchos medios de comunicación, y sometiendo al paso del tiempo y al juicio de profesionales de la comunicación algunos de los lugares comunes con los que la mala prensa le recibió desde el primer día”, sostiene. 

Declaraciones de colaboradores y vaticanistas

Álvaro Sánchez-León adelanta para Religión Confidencial algunas pinceladas de las voces que hablan sobre Benedicto XVI en el libro:  

Federico Lombardi, director de Comunicación del Vaticano durante el pontificado de Benedicto XVI: "Benedicto XVI no iba a la Stampa con discursos oportunistas. Ahora debo decir esto. Ahora debo decir lo otro. No. Los papas lo hacen todo por el bien de la Iglesia, y todo lo que dicen y hacen lo dicen y hacen sin dejarse condicionar".

Cardenal Julián Herranz: La elección de Benedicto XVI "influyó mucho una cuádruple legitimidad: su prestigio intelectual de gran teólogo, la legitimidad institucional de Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la legitimidad romana de miembro de la curia y la fama wojtyliana de hombre de máxima confianza de Juan Pablo II. A esas razones  añadiría yo una quinta: la legitimidad espiritual de sacerdote con una profunda vida interior -un contemplativo-, y por eso vibrantemente apostólico, evangelizador".

Cardenal Angelo Scola: "La génesis del método de  Ratzinger se encuentra en el ensimismamiento personal con Jesucristo".

Obispo Mario Iceta (Burgos): "Su profundo conocimiento de la realidad, su reconocida capacidad para  analizar bien lo que nos rodea, su fe y su amor a la Iglesia y su propia experiencia han colmado de luz su magisterio, también para hacer propuestas pastorales  ilusionantes". 

 

Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei: "Recibí la noticia de la renuncia con una mezcla de pena y de cariño hacia este gran sucesor de san Pedro. En los últimos meses veía cómo iban disminuyendo sus fuerzas físicas, pero no así su lucidez mental y su serenidad de espíritu, su sencillez, su amabilidad. Ese saber desaparecer, sirviendo a la Iglesia con su oración silenciosa, ha sido la nota característica de estos últimos años. He tenido la oportunidad de visitarle en algunas ocasiones en su residencia en los jardines vaticanos: se le nota interesado por los demás y centrado en la oración. Como él  mismo dijo, se siente un peregrino en camino a la casa del Padre, hacia el abrazo de Cristo, objeto de su amor y de sus largos años de estudio". 

Valentina Alazraki, corresponsal de Televisa en el Vaticano​: "La llegada de Benedicto XVI coincidió con un nuevo estallido de la crisis  de los abusos en diferentes partes del mundo. Los medios contaban las cosas como si él fuera el culpable de todo. Y es el que más ha hecho en esa fase para acabar con el problema". 

Juan Vicente Boo, ex corresponsal de ABC en el Vaticano: "Llegué a Roma en 1998 y enseguida me di cuenta de que muchos cardenales poderosos, sobre todo italianos, habían creado “cordadas” de amigos suyos que tiraban uno de los otros para los ascensos, al tiempo que intercambiaban favores e información. Joseph Ratzinger nunca lo hizo: era un cardenal honrado, con sentido de servicio, y también de disciplina, lo cual le impedía, por ejemplo, tomar medidas contra Marcial Maciel". 

Giovan Battista Brunori, corresponsal de la RAI en el Vaticano: "Creo que ha sido tan mal comprendido, atacado, y criticado porque, desde su época de cardenal, se echó en contra toda la corriente progresista de la Iglesia, sobre todo cuando tuvo que poner en su sitio a la Teología de la liberación, por orden de Wojtyła, porque aquella fue una batalla que compartieron los dos. Ahí fue cuando apareció la figura del Panzerkardinal que pretendía imponer a Ratzinger el sambenito de custodio severo de la fe, cuando realmente nunca fue así. Su papel como Prefecto era defender la fe de los sencillos contra quienes querían modificar la doctrina y la liturgia de manera arbitraria". 

Paco Vázquez, ex embajador de España ante la Santa Sede en la etapa en la que Benedicto XVI: "Siempre me  disgustó la imagen negativa, falsa, tergiversada, que sobre él se ha transmitido en  los medios de comunicación españoles. Se le ha presentado como un integrista, y  no tiene nada que ver con eso. Algunos le han achacado medidas de regresión con respecto a los avances del Concilio Vaticano II desde la mentira más descarada. Las manipulaciones sobre cuestiones anecdóticas en la prensa española reflejaban la animadversión que había contra un papa que tenía un gran peso en su pensamiento y en su mensaje. Al contrario del respeto que se le ofrecía en otros países". 

Giovanni Maria Vian, editor jefe de L'Osservatore Romano de 2007 a 2018: "Es un hombre que no estaba hecho para el gobierno, pero que gobernó: como arzobispo de Múnich, y como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Como papa lo ha hecho lo mejor que ha podido. Le han faltado muchas ayudas. Se pueden discutir sus líneas de actuación, pero es un hombre honrado, muy concentrado en la búsqueda espiritual, que ha puesto todas sus condiciones humanas al servicio de la Iglesia. Ha sido un hombre de la Iglesia -vir ecclesiasticus-, una definición tradicional y genérica, pero que le describe bien". 

Sobre Gänswein

Con motivo de la publicación de su libro, en el que también recoge el testimonio de su secretario personal, Monseñor Georg Gänswein y a propósito de la polémica surgida a raíz de su libro 'Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI', Sánchez-León analiza para RC algunas cuestiones entorno a esta cuestión: "No he leído el libro todavía. Lo que los medios apuntan es que, en parte, está escrito dando aire a una herida, que es real. De todas formas: importante, no estamos hablando de Ganswein -su vida, su celo sacerdotal, su labor en la iglesia-, sino sobre un libro". 

Respecto al episodio del cardenal Sarah y Gänswein en torno al libro "Desde el fondo de nuestros corazones", en su opinión "es un cúmulo de malentendidos con un punto de mostaza picante de marketing editorial. Lo que me preocupa es que, por cuestiones humanas entendibles, la unidad a la Iglesia y al Papa salten por los aires en streaming, cuando es un tema fundamental, y más en estos tiempos de arenas movedizas donde muchos cuervos de fuera babea con los ataques".

"El servicio de Ganswein a la Iglesia es innegable"

El periodista concluye: "No seré yo el que encienda una mecha más, y no por encubrir, sino por mirar las cosas con distancia y en pausa, como nos exige la profesión periodística. Me consta que el servicio de Ganswein a la Iglesia es innegable, y que su entrega a Benedicto XVI y al Papa Francisco es motivo suficiente para ponerle un monumento en la Plaza de san Pedro, quizá a un lado, para no desvirtuar esa estampa maravillosa. Ganswein ha sido un puente entre el único Papa y el papa emérito en unos momentos históricos muy especiales. Más allá de las páginas, los prontos, las fogatas, los clickbait, y las armas del marketing editorial, el tiempo, la calma, y la fe harán que las aguas vuelvan a su cauce. He visto con mis ojos el amor de Ganswein por el Papa. Muy probablemente, en algún momento salga a la palestra para explicar lo que la opinión pública no haya entendido bien". 

Libro Ratzinger de ´Álvaro Sánchez-León.
Libro Ratzinger de ´Álvaro Sánchez-León.

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