Regnum Christi impulsa un periodo de conversión para que su renovación sea profunda en el amor. “No queremos que solo consista en aprobar Constituciones y los Estatutos”
A las puertas de que finalice el proceso de renovación que el Regnum Christi inició en 2010, sus responsables generales han impulsado un tiempo que ayude a concluir en profundidad esta etapa de su historia.
"No queremos que los acontecimientos que vamos a vivir sean sólo encuentros para estudiar y aprobar el texto de las Constituciones y los Estatutos o que se limiten a hacer una revisión superficial de nuestra vida", aseguran en una carta enviada a todos los miembros. "Sentimos que es necesaria una adecuada preparación espiritual, un itinerario personal y comunitario para renovar el amor", afirman. "El verdadero fruto será más la transformación de nuestras mentes y nuestros corazones a la alegría y la entrega en el camino de santidad que Dios nos propone", aseguran, y explicitan algunos puntos que asumen como responsables en este proceso.
Será a comienzos de 2014 cuando tendrán lugar el Capítulo General de los legionarios de Cristo, las Asambleas Generales de los consagrados y consagradas en el Regnum Christi y la Asamblea General de este movimiento en su conjunto. En estos encuentros se dará redacción final a las nuevas constituciones y estatutos, y con ellos concluirá el proceso de renovación y purificación que les pidió el Papa Benedicto XVI en el año 2010, y que ha sido guiado por el Delegado Pontificio, el Cardenal Velasio De Paolis.
En este contexto de su historia, los responsables generales del Regnum Christi han compartido con todos los miembros una carta expresándoles su anhelo de seguir teniendo presente el camino de conversión personal y comunitaria para una profunda renovación en el amor: "Sería triste que pretendiéramos medir los frutos del Capítulo y de las Asambleas por la profundidad y belleza de los documentos que ahí se promulguen", afirman. "El verdadero fruto será más bien la transformación de nuestras mentes y nuestros corazones a la alegría y la entrega en el camino de santidad que Dios nos propone", aseguran.
Para ello, han propuesto un tiempo de conversión que se iniciará con la festividad del Sagrado Corazón: "La renovación en santidad de la Legión y el Regnum Christi dependen de nuestra capacidad de hacer la verdad sobre nuestras vidas y acoger con sencillez la gracia de la conversión", afirman en la carta, e invitan a los miembros a que, desde el punto en el que cada uno se encuentre "se abra a la gracia de una verdadera renovación en el amor a Dios, al prójimo y a la propia vocación en el Regnum Christi", se disponga "al encuentro de quienes se sienten heridos", o cultive "el deseo de aprender a perdonar y la humildad de pedir perdón para no vivir presos del rencor".
En el ámbito de las comunidades de legionarios, consagrados y miembros seglares, los responsables generales del Regnum Christi expresan su deseo de que se renueve y fortalezca la "unión de corazones" en lo esencial para vivir e imitar la vida de las primeras comunidades cristianas, y expresan su deseo de "reconciliarnos allí donde haga falta y aprender a escucharnos, comprendernos, aceptarnos y exigirnos santamente" o de "comprometernos unos con otros para ser verdaderamente hermanos en la vocación común y en la misión que compartimos".
Los propios responsables generales asumen en la carta varios aspectos a los que se comprometen por su parte para "llevar adelante el camino de renovación que nos ha marcado la Iglesia", y que son: llegar al Capítulo y a las Asambleas "habiendo alcanzado una mayor claridad sobre el don que Dios hace a la Iglesia a través del Regnum Christi, habiendo madurado las reglas y las estructuras que más nos ayuden a custodiar el carisma, y habiendo puesto las bases para superar lo que ha de purificarse en nuestra mentalidad y costumbres". Por otro lado, renuevan si determinación de "seguir saliendo al encuentro de todos aquellos que han sufrido más" y su "compromiso personal e institucional de poner nuestros talentos al servicio de la Iglesia con humildad, gratitud y entusiasmo".
La carta está firmada por el P. Sylvester Heereman, vicario general de la Legión de Cristo, y pro-director general, Gloria Rodríguez y Jorge López, responsables generales de las consagradas y consagrados en el Regnum Christi respectivamente. Concluye con una oración para unirse a la novena al Sagrado Corazón, y pide a los miembros que recen con insistencia para que se produzca "una nueva efusión del Espíritu Santo que transforme, sane y renueve nuestros corazones como lo hizo en Pentecostés".