Faustino Sainz, nuncio en Londres: “Ruiz-Giménez no ocultaba su fe. Es un buen ejemplo para los políticos católicos actuales”

El nuncio en Londres, el español Faustino Sainz, ha declarado a la cadena Cope que el recientemente fallecido Joaquín Ruiz-Jiménez “es un buen ejemplo para los políticos católicos actuales”: “Llevó una vida coherente con su fe”, y “en las decisiones controvertidas de moral no se dejó guiar por las doctrinas de partido o las ideologías”. Sainz ha celebrado el funeral del que fuera primer defensor del pueblo en la iglesia de los carmelitas en la calle Ayala, Madrid.

En la homilía, se refirió a su amistad con un hijo de Ruiz-Giménez con el que coincidió en el seminario. En aquella época -década de los 50-, el político era ministro de Educación, y “no ocultaba nunca su condición de católico, no se avergonzaba de ello”.

El nuncio añade que “Ruiz-Jiménez era un católico convencido. Practicaba la virtud cristiana principal, la caridad, la ayuda a los necesitados. Lo pude comprobar cuando vi que se ocupó durante bastantes años de un muchacho, Miguel Álvarez, que había recibido un disparo en la cabeza durante unas revueltas estudiantiles. En una ocasión, vinieron a recoger a su hijo al seminario junto con Miguel, pues iban todos a Fátima”.

Ruiz-Jiménez fue catedrático de Filosofía del Derecho, director del Instituto de Cultura Hispánica (1946-1948), embajador ante la Santa Sede (1948-1951) y ministro de Educación (1951-1956). Desde entonces, fue acercando sus planteamientos políticos a los de la oposición al régimen franquista. En 1963, fundó la revista Cuadernos para el Diálogo. El grupo parlamentario del PSOE, con amplio acuerdo de la oposición, le eligió en 1982 como primer defensor del pueblo, cargo que ocupó en 1987. Por último, fue presidente de UNICEF-España (1989-2001).

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